Drifting Dragons Nº 13

La tripulación del Quin Zaza sigue ocupada en el despiece del dragón descendiente. Entre tanto, llega la noticia de que el buque dragonero Mekkira Mon, entre cuya tripulación se encuentra el padre de Giro, ha zarpado rumbo a la región antártica, donde se rumorea que habita el dragón Vritora, el Emperador Negro de los Cielos del Sur, al que pretenden dar caza. Hasta ahora, no existe precedente de ninguna expedición dragonera a las durísimas regiones polares que haya logrado tamaño éxito.

¡Entusiasmados ante la posibilidad de ser los primeros del mundo en lograr tal hazaña, el grupo decide aceptar el reto de faenar en las extremas condiciones polares! ¡Así pues, el dragonero Quin Zaza parte hacia un blanquísimo mundo helado!

Uno de los dragones parásito que atacan al buque dragonero Quin Zaza arrebata la visión del ojo derecho a Takita cuando estaban persiguiendo al descendiente, un gigantesco dragón que cae a la superficie terrestre desde el cielo profundo en el que habitaba. La tripulación en pleno decide perseguir al dragón parásito para ayudar a su compañera y solventar la situación, pero entonces aparece Windigo, un dragón al que apodan el Devoralotodo. Mika y los suyos toman la decisión de tratar de dar caza a Windigo para impedir que arruine el "descenso".

¡¡Llega la conclusión de las batallas contra Windigo y el dragón parásito, en las que se pone a prueba la resolución de Takita!!

Cuando llega a su fin la vida de uno de los gigantescos dragones que viven en las remotas alturas celestiales, en el llamado "cielo profundo", su cuerpo cae a la superficie terrestre y se produce el "descenso". ¡El buque dragonero Quin Zaza se dirige al desierto de Megalanika junto a la joven estudiante Chika, nacida en la patria de los senbôshi, con el objetivo de presenciar el descenso! Sin embargo, uno de los dragones que se arremolinan en el lugar ataca a Takita, la parasita y le arrebata el campo de visión del ojo derecho. ¡¡La tripulación se dispone a dar con el dragón parásito con el objetivo de buscar una solución, pero, ante sus ojos, un dragón gigante cae del cielo y, así, se abre el telón del descenso!!

El veterano tripulante Gibs ha perdido el brazo izquierdo en la trepidante batalla contra Tyupon, el flamante Rey de los Cielos Ondulantes. A pesar de que siente que ya ha llegado la hora de su retirada y anuncia a la tripulación que dejará el Quin Zaza, ¡la novata Takita hace un llamamiento a que se lo replantee!

Por su parte, una recién llegada insta a la tripulación a poner el Quin Zaza rumbo hacia un nuevo territorio. Gibs se ve presionado a tomar una decisión justo antes de partir a la aventura.

La batalla a tres bandas entre el buque dragonero Quin Zaza, su dragón archienemigo Tyupon y la nave exterminadora Plana Grava parece decididamente decantada hacia el lado de la feroz bestia. Cuando los dos buques ya están mentalizados para la inevitable derrota, un nuevo buque volador desconocido aparece para acabar con Tyupon y zanjar la contienda. ¡Y resulta que uno de los hombres a bordo de esa nave voladora tiene una profunda relación con uno de los tripulantes del Quin Zaza...!

Por su lado, tras perder un brazo en la brutal batalla y mientras está postrado en cama, los recuerdos de sus tiempos previos a formar parte de la tripulación de su actual buque afloran en la mente de Gibs. ¡Es el momento de conocer el pasado oculto del veterano tripulante!