El bombero de los dedos de fuego Nº 02

Tras aclarar el malentendido del curro, la relación de Ryo y Soima va mejor que nunca. Sin embargo, un buen día Miu se planta delante de la puerta de Soma tras pelearse con su marido. Ryo decide entonces que se quede en su casa y para no molestar, se muda temporalmente con Soma. Aunque no están descontentos con el punto en el que están, al estar rodeados de parejas casadas, no pueden evitar darle alguna que otra vuelta al tema... Aunque si se preocupan y dudan, es precisamente porque se quieren. Empujados por sus amigos y por algún que otro encuentro inesperado, se deciden a dar el siguiente paso.

En el epílogo del tomo podréis ver a nuestros 8 bomberos favoritos.

Me encanta ver cómo aún teniéndolo tan claro, has acabado cediendo ante mis encantos.

Soma, mi amigo de la infancia, es un bombero ligón que disfruta a tope de la fiesta. Un día, mi piso se incendió y después de ser rescatada por él empezamos a vivir juntos. Tendría que haber estado alerta y mantener las distancias, pero cuando vi las heridas que había sufrido por protegerme del fuego, me acerqué a él sin darme cuenta y...

¡Sus fuertes brazos me atraparon e hicieron que mi cuerpo se fundiera de placer!

Ya no puedo resistirme a su ardiente mirada apasionada.

Me encanta ver cómo aún teniéndolo tan claro, has acabado cediendo ante mis encantos.

Soma, mi amigo de la infancia, es un bombero ligón que disfruta a tope de la fiesta. Un día, mi piso se incendió y después de ser rescatada por él empezamos a vivir juntos. Tendría que haber estado alerta y mantener las distancias, pero cuando vi las heridas que había sufrido por protegerme del fuego, me acerqué a él sin darme cuenta y...

¡Sus fuertes brazos me atraparon e hicieron que mi cuerpo se fundiera de placer!

Ya no puedo resistirme a su ardiente mirada apasionada.

Me encanta ver cómo aún teniéndolo tan claro, has acabado cediendo ante mis encantos.

Soma, mi amigo de la infancia, es un bombero ligón que disfruta a tope de la fiesta. Un día, mi piso se incendió y después de ser rescatada por él empezamos a vivir juntos. Tendría que haber estado alerta y mantener las distancias, pero cuando vi las heridas que había sufrido por protegerme del fuego, me acerqué a él sin darme cuenta y...

¡Sus fuertes brazos me atraparon e hicieron que mi cuerpo se fundiera de placer!

Ya no puedo resistirme a su ardiente mirada apasionada.