Berserk Nº 42

En el trayecto hacia Elfheim, Guts se encuentra con Isidro, Farnese y Serpico, y tras comprender que el solo no podrá proteger a Kasca, permite que les acompañe en su viaje. En un bosque mágico conocen a Schierke, la joven discípula de la bruja Flora. Esta les habla sobre el mundo humano y el fantasmagórico, los demonios y la vía demoníaca y les pide que ayuden a los habitantes de una aldea cercana que son atacados por trols.

El reencarnado Griffith ha revelado sus intenciones: hacerse con su propio imperio. Ha podido frenar el avance del ejército de Kushan que progresaba implacable por las tierras de Midland. A su lado, guiados por designios divinos, se reúnen fieros guerreros de toda condición, algunos parecen salidos del averno... Guts decide partir de viaje hacia Elfheim, la tierra natal de Puck para intentar curar a Kasca. La cueva de Godot ha sido destruida y el guerrero negro se jura a sí mismo que no volverá a perder a Kasca, pero...

Guts se adentra en la Torre de la Condena, engullida por un fenómeno de ultratumba, en busca de Kasca y se encunetra rodeado por los Inquisidores de Mozgus mientras ella está a punto de ser quemada viva en la pira. El apóstol que ha transformado a Mozgus y sus fieles se dirige a la torre para intentar “crear un mundo perfecto”... ¡¡pero le falta un elemento para conseguirlo!!

Una negra sombra se cierne sobre el mundo mientras Guts se encamina a la Torre de la Condena en busca de la desaparecida Kasca. En el camino se cruza con el Caballero de la Calavera, que le comunica que va a producirse un falso “eclipse” en tierra santa. En esos momentos, miles de refugiados se agolpan alrededor de la torre y en medio de la desesperación, se producen cazas de brujas y herejes. Kasca precisamente ha caído en las garras de los herejes, que la encumbran como una verdadera bruja.

Derrotada por fin la apóstol Rosine en el Valle de la Niebla, Guts sigue su camino de venganza y topa con los Caballeros de la Santa Cadena de Hierro, una orden de caballería dependiente de la Santa Sede que seguía sus pasos. Magullado y exhausto por su batalla con Rosine, Guts es capturado e interrogado por la comandante de los caballeros, Farnese, devota creyente que dudará de sus principios tras torturar al guerrero negro. Encerrado en una jaula, Guts se da cuenta que el campamento es rodeado por seres demoníacos a punto de atacar...