Demon Slave Nº 04

¡YÛKI SE CONVERTIRÁ EN ESCLAVO DE NUEVAS AMAS!

Una gran horda de demonios shûki ataca por sorpresa el cuartel general de la Brigada durante el concilio de capitanas, a lo que Ren Yamashiro, la comandante, saca a relucir su apabullante poder. Yûki no puede esconder la sorpresa ante su habilidad... ¡justo cuando la capitana del décimo parece interesarse en él!

Aunque Kyôka insiste a Aoba para que desista en su empeño, la hermana de Yûki se empecina en su afán de venganza y se enfrasca contra ella en una feroz lucha. Pero, en medio de esta... ¡Un grupo que responde al nombre de «los Ocho dioses del trueno» irrumpe en el campo de batalla!

El sexto y el séptimo escuadrón unen sus fuerzas y van a la base enemiga para rescatar a Yûki, al que han raptado. Pero este ha logrado reunirse con su hermana, que ahora es un shûki humanoide. Al saber lo ocurrido, decide que intentará hablar con ella para evitar la confrontación con la Brigada antidemonios.

Yachiho ha conseguido poner contra las cuerdas a Himari, su hermana. ¿Podrá la vicecapitana del séptimo escuadrón mostrar el resultado de su entrenamiento junto a Yûki? Después será el turno de Shushu contra Sahara... Un combate de altura y poder desbocado...

Mientras Kyôka se dedicaba a liquidar los nidos de shuki (los terribles demonios de Mato) aparece ante ella un peligroso demonio del pasado que fue el que arrasó su pueblo cuando no era más que una niña: el Unicuerno. Este monstruo revelará el origen del deseo de Kyôka por proteger a los suyos y una dolorosa verdad. Montado a lomos de ese terrible monstruo la capitana reconocerá una cara que le resultará familiar.

LLEGA EL MATRIARCADO.

Llega uno de los mangas más vendidos en Japón para explicarnos cómo Yûki Wakura acaba siendo esclavo de Kyôka, una de las líderes de la Brigada Antidemonios. Todo esto sucede en un presente distópico en el que hay puertas que llevan a un mundo paralelo en el que viven unos monstruos que atacan a los humanos. Solamente las mujeres pueden salvar a los hombres de estos seres, porque únicamente ellas consiguen los superpoderes que les otorgan los melocotones: una fruta mágica.