Pájaro que trina no vuela Nº 05

Han pasado 4 años desde el enfrentamiento con Hirata. El Shinsei-kai ha sido disuelto y Yashiro se gana la vida como patrón de un casino clandestino. Su oyaji Misumi acude a visitarlo de vez en cuando y lo presiona para que vuelva a la vida activa en la organización, pero Yashiro se niega a asumir responsabilidades como capo de la mafia.

Por otro lado, Dômeki, que fue repudiado por Yashiro, se ha hecho yakuza bajo el mando de Tsunakawa, kumichô del Sakura-ikka, un grupo que colaboró para vencer a Hirata. Su nuevo jefe le ha cogido especial cariño después de que el joven rescatara a su hija de un secuestro.

Yashiro y Dômeki se reencuentran por casualidad, unidos en un objetivo común. Y los engranajes, detenidos durante tanto tiempo, vuelven al fin a ponerse en movimiento. ¿Las personas cambian o no les queda más remedio que cambiar?

En mitad del mayor conflicto al que ha tenido que hacer frente en su puesto, el wakagashira del Shinsei-kai, Yashiro, termina refugiado en el apartamento de su guardaespaldas, Dômeki. Allí, aislados por un instante de las intrigas y los torbellinos que sacuden el clan, tendrán que enfrentarse a lo que han eludido durante tanto tiempo. Conscientes el uno de la presencia del otro, los sentimientos acaban rebasando la piel. Cuando Dômeki confiesa a Yashiro que lo ama, el delicado equilibrio que existe entre los dos se derrumba por completo. Ahora que ha encontrado algo que es importante para él, a Yashiro no le quedará más remedio que enfrentarse a su propia vulnerabilidad. ¿Tendrá la fortaleza de aceptarla?

Sobre Yashiro, el wakagashira del Shinsei-kai, se dice que es un depravado amante de los hombres. Y, aunque el rumor sea cierto, él tiene claro que jamás se acostaría con ninguno de sus subordinados. Sin embargo, después de verse al borde de la muerte, algo cambia en la relación que mantiene con su guardaespaldas, Dômeki.

Dômeki, un hombre ajeno al deseo, estaría dispuesto a entregar su vida por proteger a su jefe. Sin embargo, la devoción que siente por Yashiro no es del todo incondicional. Tendrá que hacer lo imposible por esconder unos sentimientos que él mismo se resiste a reconocer.

Chikara Dômeki, expolicía recién salido de prisión, comienza a trabajar como guardaespaldas de Yashiro, un cabecilla de la yakuza lascivo, insaciable y masoquista, pero con una gran habilidad para hacer dinero. Yashiro tiene como regla no mantener relaciones con sus inferiores, pero, por alguna razón, se siente muy atraído por Dômeki. Éste, sin embargo, se mantiene impasible ante sus agresivos avances, al mismo tiempo que demuestra hacia Yashiro una ciega lealtad, lo que consigue despertar, aún más si cabe, el interés de su jefe hacia él.

Chikara Dômeki, expolicía recién salido de prisión, comienza a trabajar como guardaespaldas de Yashiro, un cabecilla de la yakuza lascivo, insaciable y masoquista, pero con una gran habilidad para hacer dinero. Yashiro tiene como regla no mantener relaciones con sus inferiores, pero, por alguna razón, se siente muy atraído por Dômeki. Éste, sin embargo, se mantiene impasible ante sus agresivos avances, al mismo tiempo que demuestra hacia Yashiro una ciega lealtad, lo que consigue despertar, aún más si cabe, el interés de su jefe hacia él.

Chikara Dômeki, expolicía recién salido de prisión, comienza a trabajar como guardaespaldas de Yashiro, un cabecilla de la yakuza lascivo, insaciable y masoquista, pero con una gran habilidad para hacer dinero. Yashiro tiene como regla no mantener relaciones con sus inferiores, pero, por alguna razón, se siente muy atraído por Dômeki. Éste, sin embargo, se mantiene impasible ante sus agresivos avances, al mismo tiempo que demuestra hacia Yashiro una ciega lealtad, lo que consigue despertar, aún más si cabe, el interés de su jefe hacia él.